El fútbol sigue evolucionando bajo la influencia de la FIFA y el IFAB. Estas organizaciones analizan regularmente el deporte para mejorar la equidad, la seguridad y el espectáculo. A mediados de 2025, varias reglas propuestas están siendo probadas o ya se han ensayado en torneos juveniles y profesionales. Este artículo destaca cinco de los cambios normativos más significativos que se espera transformen la dinámica del fútbol antes de 2026.
La FIFA y el IFAB están intensificando los esfuerzos para abordar la disconformidad de los jugadores, especialmente hacia los árbitros. Una de las principales innovaciones es la introducción de las expulsiones temporales —o zonas de castigo— como ya se ha probado en el fútbol base en países como Inglaterra y los Países Bajos. Con esta regla, un jugador que muestre un comportamiento antideportivo, como protestas agresivas o insultos hacia los oficiales, puede ser retirado del campo durante un periodo de 10 minutos.
Este sistema ha sido eficaz en el rugby y se considera una forma de reducir los enfrentamientos en el fútbol. Al introducir una consecuencia inmediata, en lugar de depender únicamente de las tarjetas amarillas, la nueva norma busca restaurar el respeto hacia los árbitros y fomentar un mejor comportamiento en el campo.
La regla se está probando actualmente en ligas semiprofesionales, y el IFAB ha indicado resultados prometedores. Si se adopta completamente para 2026, podría convertirse en una herramienta disciplinaria habitual en el fútbol de alto nivel, especialmente para infracciones no violentas.
Las expulsiones temporales obligan a los equipos a jugar con un jugador menos, lo que altera significativamente los enfoques tácticos. Los entrenadores podrían tener que ajustar las formaciones rápidamente o depender de sustituciones versátiles para cubrir funciones clave durante el período de suspensión.
Esto también añade presión sobre los capitanes para mantener la disciplina entre sus compañeros, sabiendo que cualquier protesta podría dejar a su equipo en inferioridad numérica en momentos clave del partido.
En general, este cambio podría reducir las pérdidas de tiempo y los enfrentamientos, reforzando el respeto y la profesionalidad en el deporte.
Las nuevas aclaraciones introducidas en 2024 por el IFAB regulan explícitamente cómo pueden comportarse los porteros durante los lanzamientos de penalti. Tras varios incidentes en partidos de alto perfil, como la Copa Mundial de la FIFA 2022, las reglas buscan evitar tácticas psicológicas como movimientos excesivos, provocaciones o retrasos en la ejecución del disparo.
Los porteros ahora deben permanecer sobre la línea de gol sin realizar gestos que distraigan o intimiden al lanzador. Aunque aún existe cierta flexibilidad, las infracciones pueden resultar en advertencias o incluso en la repetición del penalti.
Este cambio protege la integridad de las tandas de penaltis, asegurando que el resultado se decida más por la destreza que por el engaño. Los árbitros reciben instrucciones para aplicar estrictamente estas disposiciones en competiciones internacionales y de clubes.
La regla busca igualar condiciones entre porteros y lanzadores. Aunque los guardametas aún pueden moverse lateralmente en la línea, ya no pueden actuar de forma disruptiva —como agitar los brazos, gritar o simular retrasos—.
Algunos críticos opinan que esto reduce la influencia del portero, pero los defensores argumentan que devuelve el protagonismo a la habilidad del lanzador. Datos de ligas que aplican esta regla muestran un ligero aumento en la tasa de conversión de penales.
Para 2026, esta modificación podría convertirse en un estándar global, especialmente si se respalda con el uso constante del VAR y la capacitación arbitral.
Con el objetivo de acelerar el ritmo de juego, el IFAB está probando una versión modificada de la regla de los seis segundos, reduciéndola a cinco. Esta norma exige que los porteros liberen el balón en un máximo de cinco segundos tras tener el control. La intención es reducir la pérdida de tiempo, especialmente en partidos ajustados o cuando un equipo defiende una ventaja.
La aplicación se realiza con ayuda del sistema de VAR y cronometraje automático, garantizando objetividad y coherencia. Las infracciones pueden resultar en tiros libres indirectos desde dentro del área.
Aunque no está aún extendida globalmente, varias competiciones juveniles internacionales ya aplican esta regla experimental, y las primeras evaluaciones reflejan buena acogida entre entrenadores y aficionados.
Al reducir los tiempos muertos, la regla de los cinco segundos promueve transiciones rápidas de defensa a ataque. Los porteros deben pensar y actuar más velozmente, lo cual favorece a aquellos con buena visión de juego y precisión en los pases.
Esto podría cambiar los criterios de selección de porteros, dando mayor peso a la toma de decisiones bajo presión. Además, los atacantes se benefician de un ritmo más fluido y menos interrupciones.
Si se adopta ampliamente, esta regla podría hacer el fútbol más dinámico y atractivo, especialmente en partidos de alta intensidad donde la gestión del tiempo resulta crítica.